lunes, junio 22

Pop sin estribillos, Teleradio Donoso en el Teatro Oriente (Junio 2009)


Iba a ir anotando el playlist, tenía toda una planificación que incluiría comentarios en el orden en que fueron surgiendo a medida que avanzaba el concierto, pero francamente todo se fue al carajo porque me desconcentré, dejé de escribir y me dediqué a prestar atención a lo que estaba pasando porque hay momentos para redactar y momentos para presenciar un gran concierto, el del domingo era uno de los últimos. Highlights:


1) La aparición de Francisca Valenzuela, guapa, buen escote (dicen que nunca había mostrado tanto sobre el escenario), elegante, sensual, sonríente, feliz; un detalle glorioso: cuando le habla al oido a Alex, mientras él manipula las secuencias sentado en el living de su casa, a no, perdón, en el escenario frente a 1000 personas. El título de la canción no lo recuerdo, da lo mismo, lo que importa es cómo el valor estético del tema se multiplica por milquinientos con esa puesta en escena.


2) Otro gran momento fue el despliegue de las canciones más energéticas, de las más rápidas del 'Bailar y Llorar'; todas al hilo, sin pausas, el último acorde de una conectado con el primero de la otra, moviéndo al público de sus butacas, desordenándolo todo, ¡espectacular!


Al principio Alex dijo 'todo se fue a la mierda', así tal cual, en su primera intervención del concierto, autoexigente y debil, frustrado por el descalabro de la guitarra de Martín (falla que ocupa el 37% de la nota de Marcelo Contreras hoy en el merculo, que idiota). Una apertura rara, porque no me cabe duda que para nadie en el publico sonó mal 'Granada', lo bueno es que alguna especie de viento lo despejó, y apenas unas canciones después ya estaba dialogando con el publico en otro tono, más feliz, más amable, llegando incluso a salirse de madre y darnos un concejo, un buen concejo a mi gusto, sobre ser positivos, pero un concejo al fin y al cabo, que es algo que dudo, tenga sentido permitirse ahí arriba del escenario, pero que refleja el entusiasmo en el que estaba inmerso.


Si fuera director de la escuela moderna obligaría a todos los músicos a asistir al concierto del sábado, el pop desplegado ahí debería ser referencia obligada, insumo práctico a la formación de los músicos de la escuela moderna, para que no se olviden nunca del público, para que la música no sea ejercicio onanista.


Lo que me recuerda el otro día en el club de jazz. Yo me quedé pegado en la belleza de la mujer de Miguel Silva, ella miraba a su novio arriba del escenario con cara de aburrida y yo la miraba a ella, que de vez en cuando situaba sus ojos sobre mí. El mismo Miguel, en un respiro a su saxo, me cachó en pleno. Después de la JAM discutían, alcancé a escuchar a Miguel increpándola a ella porque me coqueteaba, ¡Genial!. Al rato, luego de unas copas de vino, le dije a Miguel que había estado bueno el solo, pero que no calentaba a nadie con esa wea, que mejor se dedicara al pop. ¡Conchetumadre! me dijo, ¡Hasta cuando con tu mierda huevón! ¡Primero me tratay de levantar a la mina y ahora me hueviay por la música! ¡Yo hago la música que me gusta! Miré a mi alrededor y lo cierto es que aunque la contienda fuera desigual, así como hay momentos para disfrutar un concierto, también hay momentos para irse a las manos, y este era uno de los últimos, asi que asesté un golpe en el pómulo izquierdo de Miguel, pero sus amigos del Club de jazz me echaron a las patadas del local.

Punto a parte: creo que el tamaño del ego de Alex es funcional a su talento. Quiero decir que puede serse un egocentrico sin caer en la idiotez, siempre y cuando lo que uno haga despliegue belleza como loq ue hace él; denuevo: el ego debe estar respaldado por el talento, creativo, estético, por la capacidad de crear belleza y el que crea belleza tiene que ser egoloatra para creer en lo suyo, lo que, a modo de cierre de esta nota, invita a citar lo escrito por Andrés Waissbluth en carta a la tercera el jueves 18/6/2009 (en respuesta a lo que decía Luisa Durán sobre las condiciones que debe tener una persona que desea ser mandatario).

[...]Para ser un artista se requiere seguridad en uno mismo, liderazgo, convicciones, vocación de servicio, rigor, disciplin, audacia, resposabilidad, capacidad de análisis, de estudio, de abtracción, de síntesis, carisma, visión. Si me preguntan, me encantaría que quien fuera mandatario tuviese todas esas características. A la señora Luisa ¿no le parecen suficientes?[...]

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