No se propone que vaya a probarlo ahora mismo, que cruze calles sin mirar o que salte a ríos de sinuosos caudales.
No. Por favor.
Se le invita nada más que a pensar. A dudar cuando camina con ese miedo prístino a dejar de existir, fuente frecuente de cobardías, pájaro seguro de mal agüero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario