Reencuentro

F. se sentó unos minutos sobre la cama, dijo algo así como que le parecía una linda habitación y después se puso a hurgar entre mis cosas.

Generalmente, sobretodo la primera vez que entran, permanecen sobre mi cama sin hacer mucho más.

F. no, F. se puso a revisar mis cosas. Comenzó por los libros, paseaba su vista por los títulos en mi biblioteca, se detuvo en uno rojo, sé perfectamente en cuál, después lo dejó y tocó un poco de piano, tocó algunas notas sueltas, definitivamente tocó algo sin melodía, al parecer no sabe nada de pianos.

Después se metió en el cajón de mi velador, en este punto yo podría haberle detenido, pero le dejé continuar, creo que me agradó la naturalidad con que hurgaba entre mis pertenencias. Revisó uno a uno los papeles del cajón y se quedó con una foto, se quedó viéndola quiero decir, sin que yo supiera cuál era, me refiero a que estaba frente a mí y yo sólo veía el reverso. Intenté descifrar qué foto podría causarle tanto impacto. Inmóvil frente a la escena, de verdad quería averiguarlo, como si simplemente por sus expresiones pudiese enterarme. Es que nunca le había visto con tanto interés en algo, o eso creo. Estaba calculando que a través del reflejo en sus ojos podría saber, me acerqué lentamente para calibrar la imagen y entonces se le ocurrió decirme, me dijo algo así como que la mujer de la foto le parecía muy guapa o que tenía los ojos muy bellos o que el vestido que usaba le quedaba demasiado bien o simplemente que era hermosa, el asunto es que me la mostró y era A.

Era A. y era hermosa, efectivamente.